Durante los últimos días, se ha detectado un incremento de ataques cibernéticos coordinados provenientes de grupos respaldados por el gobierno iraní, en respuesta a las recientes tensiones en Medio Oriente y ataques a instalaciones nucleares en Irán. Estas ofensivas han tenido como objetivo bancos, empresas del sector defensa y petroleras en los Estados Unidos.
Los actores involucrados, entre ellos el grupo conocido como Mysterious Team, han desplegado principalmente ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS) con el objetivo de saturar los sistemas y provocar la interrupción de servicios esenciales. Además, se han detectado campañas de phishing dirigidas a altos ejecutivos y equipos de tecnología, en las que buscan credenciales para acceder a infraestructuras críticas o robar información confidencial.
Aunque hasta ahora no se han reportado incidentes catastróficos ni brechas de datos masivas, las autoridades norteamericanas han elevado las alertas de seguridad. Tanto el Departamento de Seguridad Nacional como la Agencia de Ciberseguridad e Infraestructura (CISA) han solicitado a las empresas reforzar la autenticación multifactor, monitorear patrones de tráfico sospechoso y realizar simulacros de respuesta ante incidentes.
Conclusión:
Expertos coinciden en que, aunque la sofisticación técnica de los hackers iraníes no iguala a la de sus contrapartes chinas o rusas, sus ataques buscan interrumpir servicios estratégicos, provocar caos económico y ejercer presión política en momentos clave. La colaboración internacional y la conciencia situacional serán fundamentales para contener estos riesgos en las próximas semanas.
Fuente: https://apnews.com/article/9009bff8425d97366e9423b50fb52edf
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